En esta ocasión, volvemos a
dirigirnos a vosotros para hablaros de una cuestión iconográfica que está
íntimamente ligada a la figura nazarena, y en la que sin embargo, quizá no reparamos
con la profundidad que merece: el significado de “abrazar a la Cruz” en
nuestros Nazarenos, y las distintas formas de representarse que ha tenido con
el paso de los siglos.
Es un hecho constatado, que las
dos mayores representaciones aisladas de Jesucristo en nuestras procesiones, son
las escenas del Crucificado y del Nazareno.
En la parte que nos ocupa, la
iconografía de Jesús “El Nazareno” representa la máxima cercanía entre lo
humano y lo divino, cargando con la Cruz camino del Gólgota como imagen de la aceptación
de su condena a muerte para liberarnos de nuestros pecados. Jesús abraza su propia Cruz (elemento de su
martirio) pues por su muerte, toda la humanidad recibe el premio de la
salvación eterna.
Pero, ¿siempre se ha representado
a Jesús Nazareno de la misma forma? Ya os adelantamos que no.
Partimos de la idea de que la
figura del Nazareno posee unas características propias que son bastante idóneas
para ser procesionada, debido a que habitualmente se trata de tallas que se
representan con una pierna adelantada sobre la otra, lo que confiere una
estabilidad mayor en el paso (ya os hablamos de esta cuestión en nuestro post
sobre la talla del Antiguo Nazareno de Encinas Reales). Sin embargo, la forma de
representar a Jesús cargando con la Cruz, ha ido evolucionando a lo largo de
los tiempos.
Hay que destacar que durante los
primeros años del Cristianismo no existen representaciones artísticas de Jesús
portando la Cruz. Para encontrar la primera, hay que esperar al año 350, concretamente
en la primera de las cinco escenas que aparecen en el Sarcófago 171 del Museo
Pio Cristiano del Vaticano. En ella, se representa la figura del Cirineo
cargando la Cruz abrazando el “stipes”
(lado largo) y con el “patíbulum”
(lado corto) hacia arriba.
Sarcófago 171 del Museo Pio
Cristiano del Vaticano
Lo cierto es que, en contra de lo
que podríamos pensar en la actualidad, desde el arte Paleocristiano hasta
finales del Gótico (siglos V al XV) ésta es la manera más usual de
representar a Cristo camino del Calvario. Esta iconografía
encierra un alto contenido simbólico más que un estricto rigor
histórico, ya que la incomodidad de portar la Cruz de esa manera es más que evidente.
Sin embargo, esta manera de
representar al Nazareno tiene su fundamento en llevar la Cruz como si
fuera un estandarte de la salvación eterna mediante la resurrección.
Otros ejemplos de esta época,
también portando la Cruz “al revés”, son la píxide que se conserva en el Museo
Británico y que representa a Jesucristo tomando la Cruz en el Pretorio, o la
representación de Jesús con la Cruz del Codex Aureus del Monasterio del
Escorial (Madrid).
Pero con la llegada del Gótico,
surgió una nueva visión de Jesucristo “como hombre”, así como una clara
devoción a la Cruz, gracias en parte a la labor de San Francisco de Asís.
Es en esta época cuando aparece
por primera vez la imagen de Jesucristo llevando la Cruz por el “patíbulum”, tal y como estamos
acostumbrados a verla actualmente. La encontramos en la vidriera de la
Redención de la Catedral de Chartres (Francia), edificación religiosa dedicada
a la Virgen María que fue construida en el siglo XI, y que tras sufrir un gran
incendio, se reconstruyó en el siglo XIII.
Vidriera de la Redención de la
Catedral de Chartres (Francia)
Esta nueva visión corresponde a
la necesidad de transmitir una visión más piadosa y humana que simbólica.
En España, como ejemplo parecido
de la misma época, podemos contemplar el altorrelieve central del Retablo de la
Santa Cruz, en la Iglesia de San Lesmes de Burgos.
Retablo de la Santa Cruz, Iglesia
de San Lesmes (Burgos)
Sin embargo, ambas formas de
representación del Nazareno convivieron en España durante todo el siglo XVI, siglo
en el que aparecen indistintamente imágenes de Jesús portando la Cruz por el “stipes” como el Nazareno del retablo
mayor de la Catedral de Sevilla (donde Jesús aparece entre expresivos soldados en
los que destaca uno que toca una peculiar trompeta), o el Cristo del retablo de
San Pedro de la Catedral de Burgo de Osma (Soria).
Retablo Catedral de Sevilla Retablo Catedral Burgo de Osma (Soria)
Pero también aparecen figuras
nazarenas portando la Cruz por el “patíbulum”,
como el Nazareno del retablo de la Catedral de Huesca, por ejemplo.
Retablo de la Catedral de Huesca
En cuanto a las tallas nazarenas
de vestir y destinadas a ser procesionadas, destacamos que las primeras que se
encuentran documentadas son del último cuarto del siglo XVI, principalmente gracias
a la labor del escultor jienense Pablo de Rojas, que está considerado como uno
de los padres de la actual figura procesional del Nazareno andaluz, y que se
encargó de enlazar las hasta entonces características románicas manieristas con
las del naturalismo barroco.
Jesús Nazareno (Priego de Córdoba)
El siglo XVII terminaría consolidando la representación de Cristo
portando la Cruz hacia el modelo que hoy se admite como más “habitual”,
aquel en el que Jesús abraza el palo más corto de la Cruz, iconografía que
permite colocar en mejor posición la figura de un Cirineo o de otros personajes
de la Pasión.
Sin embargo, aún quedan algunas
tallas en Andalucía que guardan la representación “original” con Jesús portando
la Cruz por el palo largo.
Como ejemplo citamos los
siguientes en Sevilla:
Nuestro Padre Jesús Nazareno de la
Hermandad del Silencio (Sevilla)
Santísimo Cristo de la Corona
(Sevilla)
Nuestro Padre Jesús Abrazado a la
Cruz de la Hermandad del Silencio (Écija)
En Málaga:
Nuestro Padre Jesús Nazareno de
la Hermandad de Mediadora (Málaga)
Padre Jesús Nazareno de la Sangre
(Antequera)
O en Córdoba:
Señor de los Reyes de la
Hermandad de la Vera-Cruz (Córdoba)
Ntro. Padre Jesús de la Bondad (Lucena)
Jesús de las Necesidades (Cabra)
Nuestro Padre Jesus de las Penas (Puente
Genil)
¿Conocías algunos de estos Nazarenos? ¿Conoces alguno más de los que
hemos citado?
¡En cualquier caso, esperamos que después de leer este post, tengáis
presente que ninguno de ellos llevan “la Cruz al revés”!
Recordad que originariamente, los primeros Nazarenos se representaban
abrazando el palo largo de la Cruz….
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