La tradición cristiana y devota de Andalucía tiene hoy, lunes de Pentecostés, uno de los momentos álgidos de todo el año: la salida en procesión de la Virgen del Rocío.
En este 2019, el conocido “Salto
de la Reja” del Santuario de la Virgen del Rocío ha tenido lugar a las 2.48h.
de la mañana.
¿Conocéis los orígenes de esta
tradición andaluza que es seguida y venerada por millones de personas en todo
el mundo?
Todo comienza con el rezo
del Santo Rosario en la noche del Domingo de Pentecostés, en la que las
Hermandades con su Simpecado, van pasando por delante de la ermita de la Blanca
Paloma rindiéndole sus honores, y siguiendo un estricto orden de antigüedad.
Una vez llega el Simpecado de la Hermandad Matriz de
Almonte, que entra en la ermita, los almonteños saltan la reja para portar a la Virgen del Rocío y
comenzar de esta forma su procesión por la aldea.
El Salto de la Reja constituye,
sin lugar a dudas, una de las señas de identidad de esta tradición, pero hay
que reconocer que su origen es mucho más actual que lo que cabría suponer,
teniendo en cuenta que la Romería de la Virgen del Rocío se funda en el año 1653.
En sus primeros años la procesión
salía alrededor de las 12 del mediodía, y existía una cierta discrepancia entre
el convento de los Mínimos de Almonte y el concejo de la Villa (Ayuntamiento) por
la cuestión de quién debía tener la potestad de sacar la imagen de la ermita y
de realizar la entrada en ella finalizada la procesión. Por una parte, el convento
de los Frailes Mínimos de Almonte refería que ellos se habían hecho cargo de la
antigua ermita del Rocío, y por otra, el Ayuntamiento recalcaba que la imagen
era de su propiedad, por lo que tenía la protestad de decidir sobre ella.
Ya en 1758 y con una nueva ermita
tras el derrumbe de la anterior por el terremoto de Lisboa, existen nuevas
referencias sobre la Romería y su
procesión, aclarando que “comienza a las once de la mañana del lunes de
Pentecostés”, pero sin indicar expresamente cómo salía la Virgen de su ermita.
No tenemos muchos más datos hasta
que a finales del siglo XIX y principios del XX, el Patronato del Ayuntamiento
de Almonte sobre la imagen y la ermita desaparece. Es entonces cuando la
Hermandad Matriz va tomando un importante papel en los asuntos del Rocío y su
Romería.
Sin embargo, debemos esperar a la
década de los 70 para que la tradición se asemeje con más exactitud a la
actual. Con un nuevo santuario, inaugurado
en 1969, el Rocío comienza a tomar otro aspecto y la procesión de la Virgen
comienza a salir sobre las 8 y 9 de la mañana. Pero quizá el año 1975 es cuando
todo comience a cambiar de una manera más real.
Hasta ese año, el Santuario
permanecía cerrado después del Santo Rosario que se producía a eso de la
medianoche, y las puertas se abrían al amanecer para comenzar la procesión. Sin
embargo, el lunes 19 de Mayo de 1975, un par de almonteños saltaron la reja
sobre las 5 o 6 de la mañana cuando nada estaba previsto, comenzando así con la
tradición del Salto de la Reja, que se ha convertido posteriormente como uno de
los puntos álgidos de la procesión.
Se trata simbólicamente del acercamiento
más espontáneo e íntimo de los fieles hasta su Virgen, de la explosión del
fervor almonteño, y de las ansias y ganas de un pueblo por saltar y posar las
andas sobre sus hombros.
En las décadas posteriores, el salto
es algo que comienza a ser parte de la Romería, apareciendo en la prensa como
un acontecimiento excepcional, magistral y único.
A partir de entonces el horario de la procesión va cambiando, a finales de los 70 y principios de los 80 el Salto se inicia sobre las 5 y 4 de la madrugada. A finales de los 80 y parte de la década de los 90 entre las 2 y 3 de la madrugada, cosa que se repite en la primera década del siglo XXI.
A partir de entonces el horario de la procesión va cambiando, a finales de los 70 y principios de los 80 el Salto se inicia sobre las 5 y 4 de la madrugada. A finales de los 80 y parte de la década de los 90 entre las 2 y 3 de la madrugada, cosa que se repite en la primera década del siglo XXI.
No se puede obviar que el Salto
de la Reja es complicado y es una
tarea costosa para los protagonistas, que han sufrido algún que otro incidente a lo largo de la
historia. Debido a ello, en los últimos años se ha procedido a una mejor organización del mismo,
tanto para el propio Salto como para la posterior salida de la Virgen del Rocío
de la ermita. Un cordón de personas suele delimitar la zona para evitar incidentes pasados y, en los
años recientes, la organización ha mejorado de forma considerable gracias a
ello. Estamos, sin lugar a dudas, ante el momento más esperado de la romería
del Rocío.
Desde nuestra Cofradía queremos
desearos un feliz Lunes de Pentecostés, día de la Virgen del Rocío.
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