CURIOSIDADES: LA TRADICIÓN DE LOS CAPIROTES (CAPIRUCHOS)



Quizá uno de los símbolos más extendidos de la Semana Santa española sea el capirote.
Pero, ¿conocéis su origen? En este post, os contamos un poco más acerca de su historia.

El capirote (o capirucho, capuz, o capuchón) es una de las prendas típicas de nuestra Semana Santa, que visten los nazarenos o penitentes durante las procesiones.  



              Penitentes de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Encinas Reales (2014)


Ahora bien, la tradición de que nuestros nazarenos vistan con ese gorro puntiagudo tan particular y característico se remonta ni más ni menos que al siglo XV, durante el reinado de los Reyes Católicos, cuando a los condenados de la Inquisición se les obligaba a vestir un gorro similar, denominado "coroza", que habitualmente era decorado con pinturas que aludían al delito que habían cometido.  

Además, y como podéis ver en nuestra anterior fotografía, los nazarenos no solo destacan por este gorro en forma de cucurucho, sino que también se caracterizan por una vestimenta particular, que les cubre completamente de pies a cabeza. 
Este traje, llamado "sambenito" también tiene su origen en la Inquisición, ya que otro de los castigos era que las personas que habían actuado en contra de la religión debían cubrirse el pecho, la espalda y la cara como penitencia, para someterse a pública humillación y para que les fueran perdonados sus pecados.

Estas dos prendas son tan importantes, que hasta nuestros días han llegado varias acepciones de frases populares, como "ser un tonto de capirote" (haciendo alusión a la burla y al escarnio público a los que los condenados de la Inquisición eran sometidos), o "colgar el sambenito" a alguien (con el significado de cargar con una culpa inmerecida perdiendo la buena reputación).

En el lienzo "Auto de fe de la Inquisición", magistralmente pintado por Francisco de Goya, se interpreta un juicio de la Inquisición, donde puede verse a un condenado portando una coroza (capirote) y un sambenito.


                     "Auto de Fe de la Inquisición" (Francisco de Goya. 1819)


A modo de pequeña reseña histórica, os recordamos que la Inquisición española fue fundada por los Reyes Católicos para mantener la ortodoxia católica en sus reinos, a partir del convencimento del dominico sevillano Alonso de Ojeda y del informe que los propios soberanos solicitaron a D. Pedro González de Mendoza, arzobispo de Sevilla, y al también dominico Tomás de Torquemada, sobre las recientes prácticas judaizantes que se estaban llevando a cabo entre los falsos conversos andaluces.
Tras el informe favorable a su creación, los Reyes Católicos solicitaron permiso al Papa Sixto IV, quien otorgó su consentimiento mediante una bula que fue finalmente promulgada el 01 de Noviembre de 1478.

El capirote fue adoptado por las hermandades sevillanas a partir del siglo XVII por su significado penitencial, dándole además un significado "formal", transmitiendo la creencia de que este accesorio era alargado y acababa en punta porque de esta manera el pecador estaba más cerca del Cielo y de Dios. 
La costumbre se extendió pronto a otras ciudades españolas, donde también pueden verse hoy en día.

El color que luce esta prenda tampoco es casual, ya que simboliza claramente la intención de la hermandad o cofradía que representa.
Así, el capirote rojo suele vincularse a la Pasión y a la Sangre de Cristo. El capirote negro suele simbolizar Luto por muerte de nuestro Señor. 
El color blanco refleja Pureza y Alegría, el azul celeste hace mención al color de la Virgen María, el color pardo se atribuye a la Duda (como la que tuvieron Tomás, Judas y Pedro que en versiones de pintura culta siempre van con ese tono) y el verde simboliza Esperanza.
Por último, el color morado de los nazarenos, está vinculado a la Penitencia.

En concreto, en las normas de indumentaria de nuestra Cofradía, está reflejado que "Los penitentes, además de la túnica blanca y el fajín de raso morado con cordón amarillo, visten capirucho y capa también de raso morado, y llevan zapatillas de esparto blancas. Los niños que todavía no han hecho la Primera Comunión visten de "esclavinas", sin capirucho y con una pequeña capita hasta media espalda"

Además de todo lo expuesto, es digno de mencionar que sin ser propiamente capirotes, existen indicios aún más antiguos del uso de distintas prendas para tapar el rostro en las procesiones españolas.

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