A TI, ABUELITO NAZARENO....


¡Ay, Abuelito Nazareno!

¡Ay, que hoy es Domingo de Ramos, pero otro Domingo de Ramos difícil para todos nosotros!

¿Cómo te decimos a ti, Abuelito Nazareno, cómo nos sentimos hoy? ¿Cómo explicarte el sentimiento de volver a comenzar una Semana Santa en Encinas Reales, sin poder llevar el aroma de incienso de sus pasos a cada rincón de este pueblo?

A ti, que tantas y tantas generaciones has visto pasar desde tu trono.

A ti que tantas y tantas plegarias, rezos y oraciones hemos encomendado.

¿Cómo explicarte el sentimiento de ver nuestras túnicas en el armario, nuestros capirotes, nuestras mantillas... doblados sin los nervios de saber que en unos días tendrán el momento más grande de todo el año?

Y si, Abuelito Nazareno. Sabemos que la Semana Santa es mucho más que la magia de un Viernes Santo. Que tú nos enseñaste a vivirla cada día del año y en cada segundo de nuestra vida. Porque Encinas Reales y Semana Santa siempre caminaron juntos. Porque Encinas Reales es Semana Santa, y Semana Santa es Encinas Reales... y eso todos lo llevamos marcado a fuego en nuestros genes y en nuestros sentimientos.

Porque hoy comienza nuestra Semana Santa, pero es otra Semana Santa distinta, de las que duelen. De quedarnos en casa y esperar, cuando lo que el alma nos pide es volver a sentir el vello erizado con los sones de cornetas y tambores invadiendo nuestras calles.

"No podremos llevar su trono a cada casa de nuestro pueblo", lloran nuestros santeros.

"No podremos acompañar su luto y guiar sus pasos", lloran nuestras mantillas.

"No podremos sufrir su dolor sobre nuestros hombros", lloran nuestros penitentes.

Y no... "No podremos ver a nuestro Nazareno", llora Encinas Reales.  



¡Ay, Abuelito Nazareno! A ti te lo decimos en este Domingo de Ramos, porque tu figura desfiló imponente con su Cruz a cuestas desde el siglo XVII. Y porque a ti se encomendaron todas las generaciones anteriores de un pueblo que aún hoy se sobrecoge al mirarte en el Calvario.

Y porque desde hace más de 25 años pasaste el testigo a la nueva talla, que curiosamente fue bendecida un 02 de Abril, que es la fecha que este año debería ser el Viernes Santo de nuestro Nazareno.

Hoy te miramos, Abuelito, y somos nosotros quienes portamos tu Cruz. Esta Cruz que nos impide salir a las calles de nuestro pueblo con las medallas de tu Cofradía adornando nuestro pecho, y esta Cruz que nos hace otro año más, vivir la semana más importante del año de una forma diferente.

A ti rezamos para que nuestros mayores se sientan reconfortados con tu presencia, aunque no puedan salir a los umbrales de sus casas a ver a su Nazareno pasar.

Y a ti rezamos para que nuestros jóvenes entiendan que ser nazareno es más que vivir una Estación de Penitencia. Para que sientan que les necesitamos todo el año. Para que sepan que sobre sus hombros, algún día, descansará la Cruz de la tradición y la devoción de todo un pueblo.

Una Cruz que hoy se antoja pesada, pero que tú nos enseñaste, Abuelito Nazareno, a cargarla con Fe y con Esperanza.

Feliz Domingo de Ramos. Diferente a como nos gustaría vivirlo, doloroso otro año más... pero parte de nuestra Semana Santa y de la tradición de nuestro pueblo.

¡VIVA NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO!

¡VIVA ENCINAS REALES!  


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