LA PREVENCIÓN DE LESIONES EN LOS SANTEROS


Como sabéis, el sábado pasado (16 de Marzo de 2019), nuestros santeros fueron tallados para poder realizar con garantías la Estación de Penitencia de 2019.

Este año, con Antonio J. Sánchez como nuevo Manijero, tendrán el honor de portar sobre sus hombros a Nuestro Padre Jesús Nazareno, con la responsabilidad que ello implica.

Es por ello que a un mes de vivir nuestro Viernes Santo, queremos darles unos pequeños consejos físicos para que lleguen en las mejores condiciones posibles y puedan disfrutar del día más grande del año sin ningún tipo de lesión.

¿Sabías que se han realizado estudios que demuestran que los santeros llegan a picos de intensidad de esfuerzo que aceleran su frecuencia cardiaca hasta alrededor de las 185 pulsaciones por minuto?
Y es que sacar un trono de Semana Santa es mucho más que simplemente meter el hombro por una razón sentimental, tradicional o de fe.
Los cuerpos comienzan rectos, pero a medida que pasa el tiempo, con el cansancio y las pendientes de las calles, la resistencia de nuestros santeros puede verse comprometida por el peso que descansa sobre sus hombros.

Una mala postura a la hora de llevar el trono puede acabar en una grave lesión. El equilibrio postural es clave y por eso hay que ser conscientes de que con unas sencillas técnicas y ejercicios, se puede conseguir un mejor rendimiento durante la procesión y evitar lesiones y dolores en los días posteriores a la misma.

Pero comenzaremos con unos pequeños datos obtenidos de un estudio realizado a los santeros y costaleros de la provincia de Córdoba.
En primer lugar, es digno de ser destacado que la mayoría de los tronos de la provincia, hasta un 70%, son porteados a hombros, por un 25% de pasos que son porteados a costal y un 5% que procesionan a ruedas.

1.- Modalidades de Tronos
 En cuanto a las edades de los santeros y costaleros, podemos destacar que la media se encuentra alrededor de los 28 años, siendo la edad más repetida los 33.


2.- Edad de los Santeros


 La edad de iniciación en los pasos varía mucho dependiendo de los respectivos estatutos y reglamentos internos de cada Cofradía, estando la media alrededor de los 17 años.

3.- Edad de iniciación de los Santeros

El peso del paso suele ser desconocido o casi siempre aproximado, y por tanto el peso de carga individual (obtenido de dividir el peso del paso entre el número de santeros que lo llevan), también resulta aproximado. Observamos que la media de peso de pasos se encuentra en 1090,6 kg, aunque el menos pesado es de 103 kg y el más pesado de 2500 kg. A la hora de repartir el peso entre los portadores obtenemos una media de 26,96 kg, con un mínimo de 3,4 kg y un máximo de 71,4 kg.


4.- Peso de Carga por Santero

Del mismo modo, resulta difícil establecer una duración exacta del tiempo de procesión durante el que se realiza la carga, que se aparecen diversos factores que pueden alterarlos (descansos, relevos, presencia de carrera oficial o no...). En la provincia existen recorridos que van desde una hora hasta doce, encontrándose la media en las 5,26 horas de procesión.


5.- Tiempo medio de procesión


Físicamente, hay que tener cuenta que durante el esfuerzo la espalda se ve muy aquejada, puesto que se hace una carga asimétrica del tronco al llevarse el peso sobre un lado, con lo que la musculatura está en máxima tensión para mantenerlo.

En el hombro ocurre algo parecido: la carga es excéntrica y directa sobre la clavícula y la articulación que forma esta con la escápula, lo que conlleva a un peso brutal sobre esta zona del hombro, produciendo edema e inflamación en la articulación y contractura defensiva del trapecio y de los músculos escapulares.
A nivel del brazo, también influyen la carga y la abducción y rotación externa que hay que mantener durante el recorrido, lo que llega a producir tendinopatías agudas en el manguito rotador. Además, el brazo se ve tocado por el estiramiento del plexo braquial.
En resumen, estos datos nos certifican que la práctica del santeo no es algo que debe tomarse a la ligera, y que las personas que pretenden realizarlo deben prepararse conscientemente para ello.

PREPARACIÓN UN MES ANTES DE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA

La atención al físico no se debe centrar en las horas previas al salir. Unos treinta días antes es aconsejable realizar ejercicios de musculación y estiramientos. Los expertos consultados nos recomiendan fortalecer y estirar la musculatura de miembros inferiores y de la prensa abdominal. Es decir, los extensores de rodilla (cuádriceps), los extensores de caderas (glúteos) y la musculatura abdominal “para corregir la posición de la pelvis y evitar el sufrimiento lumbar.

Los ejercicios que se pueden hacer un mes antes, con el fin de tener una mejor resistencia para llevar el trono, son muy sencillos. Para los miembros inferiores sentado en el banco de cuádriceps realizamos extensiones de rodilla con peso moderado y series de 10 repeticiones y los estiraremos llevando el talón del miembro estirado al glúteo con la mano del mismo lado. Para trabajar glúteos, tumbado con las plantas de los pies apoyadas elevaremos los glúteos despegándolos del suelo, en series de 10 repeticiones. Para estirarlos nos tumbaremos de nuevo y llevaremos una rodilla al pecho, manteniendo esa posición 20 segundos aproximadamente.
Otros ejercicios típicos de esta fase de preparación pueden ser sentadillas, zancadas con peso, extensión de tobillos, prensa horizontal o vertical, curl femoral sentado, etc.

Cuando ya queden una o dos semanas para salir, se recomienda estirar la musculatura más implicada. Los cuádriceps, los glúteos, los extensores lumbares (espinales) y a nivel cervical (calentamiento de la musculatura). Para esta última se puede llevar la oreja al hombro y girar el cuello de izquierda a derecha. Tampoco hay que olvidar los trapecios.

EN LAS HORAS PREVIAS A LA ESTACIÓN DE PENITENCIA

El día de la procesión, por muchos nervios que sintamos, no podemos descuidar los estiramientos musculares porque serán fundamentales para prevenir lesiones. 

Cúadriceps. De pie, apretaremos nuestro abdomen y glúteos manteniendo nuestra columna recta. Doblaremos la rodilla y con una mano sujetaremos nuestro pie del mismo lado llevándolo hacía la nalga. Haremos el estiramiento 30 segundos con cada pierna. 
Isquiotibiales. De pie, con las piernas estiradas, inclinaremos nuestro cuerpo hacía adelante y con las manos intentamos tocar las puntas de los pies. Estiramiento de 20 segundos. 
Aductores. Sentados, flexionaremos piernas y unimos los pies por las plantas, los sujetaremos y nos inclinaremos hacía delante. Estiramiento de 30 segundos.
Gemelos. De pie, apoyaremos nuestro cuerpo con los antebrazos sobre la pared y nos situaremos cerca de ella. Flexionamos una pierna poniendo el pie en el suelo, mientras estiramos la otra hacía atrás, a continuación adelantamos las caderas. Mantenemos en el suelo la pierna estirada. Estiramos 20 segundos cada pierna.
Tríceps. De pie, pasamos los brazos por encima de la cabeza, y con una mano sujetando el codo del brazo contrario hacemos el estiramiento tirando del codo dirección a la nuca. Estiramiento de 20 segundos cada brazo.

DURANTE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA

Una vez consumado el tiempo llegó la hora de meter el hombro y de no “arrugarse”.
Las dos primeras premisas para sacar un trono son la necesidad de haber descansado correctamente y no hacer una comida muy copiosa previa al esfuerzo.
Para evitar lesiones lumbares, siempre recomendamos a nuestros santeros utilizar una faja alrededor de la cintura. Lo más correcto, en caso de ser posible, es utilizar una faja con un refuerzo para la zona lumbar.

La forma más correcta de levantar el paso, para que la espalda sufra lo menos posible, es la siguiente: con los toques de campana o de mazo, el portador debe colocar el hombro debajo del taco, con el varal pegado al cuello y con los brazos hacia abajo para no comprimir la articulación del hombro (glenohumeral).
La fuerza se realizará con las piernas un poco separadas y las rodillas semidobladas, pisando con toda la superfície del pie. La proyección de la cabeza y el cuello debe ir en la misma línea que la columna, y el abdomen debe estar contraído a la hora de subir el trono, para mantener recta la columna lumbar.

Tras la “levantá”, cuando ya está el trono sobre el hombro, el portador debe mantener la vista al frente, con el cuello recto y con los brazos hacia abajo. A la hora de bajarlo hay que hacerlo progresivamente.

6.- Forma correcta de levantamiento de trono
El pulso también cobra protagonismo en algunas cofradías. Lo más correcto es levantarlo con las dos manos para que la columna esté lo más recta posible.
Cualquier veterano de nuestro trono es consciente de que hacer todas estas pautas es difícil, ya que los santeros tienen un espacio muy limitado bajo el trono, y porque seguir la posición se puede hacer más fácilmente al principio. Después, casi sin querer, el cuerpo intenta buscar la postura más cómoda. Sin embargo, hay que esforzarse por mantener una posición lo más correcta posible.

DESPUÉS DE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA

Una vez que concluya la procesión y la penitencia bajo los varales, el santero debe hacer los estiramientos de la musculatura cervical, lumbar y miembros inferiores. Debe realizar movimientos suaves para que los músculos implicados se relajen de la forma más lenta y natural posible.

Además, debe acompañar estos estiramientos con una correcta hidratación y un merecido descanso. Para aliviar el dolor muscular y la inflamación del hombro se puede tomar algún calmante en caso de ser necesario. Y si persisten las molestias, se recomienda ponerse en manos de profesionales para evitar mayores lesiones.

PENITENTES, MANTILLAS Y DEMÁS MIEMBROS DE LA PROCESIÓN

No queremos olvidarnos de otros estamentos de nuestra Cofradía que procesionan el Viernes Santo y cuya participación también es fundamental para nosotros.

Tanto los penitentes, como las mantillas, como cualquier otra persona que nos quiera acompañar como promesa, deberían tomar consciencia de la importancia de realizar  una preparación previa, sobre todo si no se practica actividad física regularmente.
Lo aconsejable es que al menos un mes antes de la Estación de Penitencia, se inicie un pequeño programa de marcha, incrementando el tiempo de duración de forma progresiva, dos o tres días a la semana.

Un momento especialmente crítico es el tiempo de espera de pie, cuando la procesión hace paradas. En ese caso, es recomendable cargar el peso alternando de forma simultánea sobre uno y otro pie, contraer suavemente abdomen y glúteos y mantener la pelvis en retroversión.

Para terminar, os recordamos que nuestro Viernes Santo se trata de un día que esperamos con ilusión durante todo el año, así que os invitamos a disfrutarlo con los cinco sentidos… pero sin lesiones ni dolores que puedan influir en años siguientes.

Os dejamos un simpático vídeo que preparó el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid con algunos consejos que ya os hemos citado.





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